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Cuando hablamos de inteligencia emocional.
Con este nuevo artículo para el blog estrenamos de paso una nueva categoría de carácter más técnica y científica a la que hemos denominado Criminología y Criminalística. En este primer post vamos a dar unos breves conocimientos sobre La Inteligencia Emocional, ¿Qué es?, ¿En que consiste? y como vamos a poder aplicarla a nuestro día a día, tanto en nuestra vida privada como en lo profesional.
Definición y origen del concepto de Inteligencia emocional.
El término Inteligencia hace referencia a la capacidad para elegir las mejores opciones para la resolución de un problema o la superación de un obstáculo y se relaciona con la capacidad de desarrollo del pensamiento abstracto y la capacidad de adaptación. Así, la inteligencia está vinculada con ciertas capacidades como la de comprender y construir información para utilizarla de forma adecuada.
Por su parte el término Emocional está relacionado con las emociones y lo emotivo. Así, podemos definir la Inteligencia emocional como la aptitud humana para sentir, reconocer, comprender, controlar y transformar estados emocionales, tanto en uno mismo, como en los demás. Inteligencia emocional no es esconder las emociones, sino saber encauzarlas y equilibrarlas. En muchas ocasiones en nuestra vida cotidiana e incluso en nuestro trabajo como investigadores, debemos de utilizar la inteligencia emocional a la hora de enfrentarnos a un caso ( como planificar el servicio, como mantener una entrevista con el investigado, etc…)
Fueron los psicólogos estadounidenses Peter Salovey y John D. Mayer quienes en 1990 acuñaron este término de Inteligencia Emocional. Crítico con la concepción tradicional que solo consideraba la inteligencia desde el punto de vista lógico, Salovey estableció cinco tipos de competencias para estructurar la inteligencia emocional:
- AUTOCONOCIMIENTO: conocimiento de las propias emociones.
- CONTROL EMOCIONAL: capacidad para gestionar las propias emociones.
- AUTOMOTIVACIÓN: capacidad para automotivarse.
- EMPATÍA: capacidad para reconocer las emociones ajenas.
- HABILIDADES SOCIALES Y DE LIDERAZGO: capacidad de relacionarse con los demás positivamente.
En la actualidad este término está presente en multitud de ámbitos (educativo, empresarial, cultural…) y profesional, sea cual sea su rama, no se puede ignorar el valor y el peso de la inteligencia emocional. La gran difusión que este concepto ha alcanzado desde finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI, es debido a la gran labor de Daniel Goleman. Goleman, investigador y periodista del New York Times, publicó en 1995 su libro «La Inteligencia Emocional» convirtiendo este tema en asunto de máximo interés público. A raíz de esta publicación, aparecieron muchas otras que ahondaban en este novedoso concepto, rompiendo de esta manera, con los cánones tradicionales de la interpretación de la conducta humana y afectando a la Psicología, la Sociología, la Pedagogía, Antropología, e incluso a la propia Perfilación criminal.
Como controlamos las emociones.
Como hemos explicado anteriormente la Inteligencia emocional puede ser definida como el modo de interactuar con el mundo teniendo en cuenta los sentimientos y ciertas habilidades (autocontrol de los impulsos, el autoconocimiento, la motivación, el entusiasmo, la empatía, etc.). Estas habilidades conforman rasgos de nuestro carácter como la autodisciplina, la autoexigencia, la compasión o el altruismo, el egoísmo, la desconfianza; su presencia, o bien su ausencia, resulta clave para comprender la adaptación o inadaptación social.
El ser humano se mueve no solo por el uso de la razón, sino también movido por las emociones. Así, las emociones conllevan un modo de actuar, una acción. Por ejemplo, ante el miedo la mayoría de los individuos reaccionan huyendo, del mismo modo que la felicidad supone serenidad o la ira nos lleva a la lucha o a un enfrentamiento más directo.
Volviendo a la obra de Daniel Goleman, en ella vemos cómo su autor quiere rescatar de nuevo el valor de las emociones como sujeto de merecido estudio. Para Goleman los famosos test de inteligencia únicamente arrojan información sobre el coeficiente intelectual. Goleman plantea que un elevado coeficiente intelectual es muy útil para obtener un buen expediente académico, sin embargo no otorga una vida plena y feliz. Ante los conflictos diarios es más útil la inteligencia emocional, de modo que es necesario hablar del coeficiente emocional. Evidentemente, ambos coeficientes deben complementarse. Un alto coeficiente intelectual no implica disponer de las habilidades anteriormente mencionadas (automotivación, autocontrol, empatía…).
La cultura y la civilización educan nuestras emociones, de modo que actuamos “civilizadamente” e intentamos racionalizar las emociones. Sin embargo, distintos teorías y modelos intentan explicar qué es la inteligencia emocional y cómo alcanzar un equilibrio emocional.
Como señalábamos anteriormente, el término inteligencia emocional ha tenido una gran difusión y por ello han aparecido numerosos modelos y teorías que intentan establecer los principios de esta inteligencia. Vamos a exponer los principales modelos y proponemos la siguiente clasificación en tres categorías: Modelos mixtos (basados en rasgos de personalidad), Modelos basados en habilidades y otros modelos (modelos de combinación de elementos).
Como refleja la gran variedad de modelos y teorías, todos los autores manejan conceptos y elementos paralelos, pero no existe consenso sobre la inteligencia emocional. Podríamos entonces concluir que la inteligencia emocional es un conjunto complejo de habilidades, competencias, de conocimientos y sentimientos que se traduce en el modo de relacionarnos intrapersonal e interpersonalmente o lo que es lo mismo, de interactuar con el mundo.
Bibliografía.
- GOLEMAN, D. (1999): «La práctica de la Inteligencia Emocional» Kairós.
- ELIAS, M.; FRIEDLANDER, B.(1999 Educar con inteligencia emocional. Barcelona: Plaza y Janés.
- GARDNER, H. (1995): Inteligencias múltiples. Barcelona: Paidós.
- GARDNER, H. (2001): La inteligencia reformulada. Barcelona: Kairós.
- GOLEMAN, D. (1999): La práctica de la inteligencia emocional. Barcelona: Kairós.
- GOLEMAN, D. (1997): Inteligencia Emocional. Barcelona: Kairós.
- SALOVEY, P., y MAYER, J. D. (1990). Inteligencia Emocional.
- VALLÉS, A.; Y VALLÉS, C. (2000): Inteligencia emocional: Aplicaciones educativas. Madrid: Ed. EOS.
