El detective y el negocio de las falsificaciones.
¿Has comprado alguna vez en un top manta? La crisis económica de estos últimos años que hemos vivido ha disparado el negocio de las falsificaciones de marcas en España. Según los últimos informes, desde el año 2008, las compras se han disparado un 300 %. Las marcas llegan a tener pérdidas de 5.000 millones de euros, llegando a falsificarse relojes, prendas deportivas o juguetes. Desgraciadamente en España tenemos el récord entre nuestros países del entorno: consumimos un 5 % más de productos ‘clonados’ que nuestros vecinos europeos. La figura del detective privado entra en escena para las empresas que sufren este problema contratando sus servicios y de este modo intentar localizar a quién o quiénes copian su producto.
De la calle a Internet. El negocio de las falsificaciones evoluciona.
La venta de todos estos productos se han incrementado también gracias a las plataformas online y la venta por Internet en las nuevas plataformas de distribución o intercambio de artículos, desplazando al top manta o a los mercados callejeros.
Así, cualquier persona podemos tener a nuestro alcance una marca falsificada, la mayoría de ellas de un producto procedente de China. Los clientes en muchas ocasiones puede desconocer que el artículo que está comprando es copiado. Según estudios realizados por la Propiedad Intelectual de la UE existe más de un 7% de europeos que compra este tipo de productos sabiendo a ciencia cierta que son ilegales, siendo el doble de este porcentaje las compras realizadas por los jóvenes entre 15 a 24 años.
El principal problema para los compradores es el precio de los productos originales, declarando el 50 % de los encuestados que dejarían de adquirirlos si hubiera precios más acordes.
Investigaciones y recursos para localizar las falsificaciones.
Este fenómeno está desbordando no sólo los recursos policiales, también los juzgados, con miles de casos todos los años. Los expertos resaltan que es un negocio mucho más lucrativo, permisivo y descontrolado con respecto por ejemplo a la venta de drogas o armas. Por ello la figura del detective privado cada vez tiene más importancia entre las empresas para detener la actividad ilícita sobre sus marcas.
Los Detectives Privados se encargan de intentar recabar pruebas documentadas para detectar quién y dónde se están falsificando las marcas, también dónde o quién las vende, aportando esas pruebas necesarias para que los propietarios de las marcas originales puedan proceder a realizar la reclamación judicial pertinente e intentar paliar esas ventas y que la autoridad judicial proceda a cerrar dichos almacenes.
Los problemas por los que se ha incrementado la compra de estos productos y que, de este modo en los últimos años se acentúe el negocio de las falsificaciones, vienen por una falta de concienciación de las personas que realizan estas compras sin pensar todo lo que esto conlleva detrás.
En definitiva, hablamos de una práctica muy perjudicial para la economía española que puede acarrear graves multas para productores pero también para compradores y que está disparando la contratación de detectives privados para localizar estas falsificaciones. Puede llegar a ser difícil dar con estos artículos ya que la venta online cada día es mayor. España, consumiendo además más que el resto de Europa estos productos, no cuenta con una respuesta policial acorde con el problema.
Una situación actual que ha evolucionado hacia la venta online, mucho más opaca y más difícil de comprobar y detectar y que no hace más que agravar otras situaciones que ya comentábamos en nuestro blog allá por el año 2015 con el artículo titulado «El Detective y las Falsificaciones»